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Hola,
Os escribo en relación con la entrada del pasado viernes.
Hola,
Os escribo en relación con la entrada del pasado viernes.
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Leyendo los comentarios publicados en la revista Canarias7, no he encontrado ningún argumento pedagógico que justifique la jornada continua y es bastante decepcionante, porque parece que lo único que preocupa a los docentes es su horario laboral. Muchos comentarios son poco apropiados y contienen reproches injustos y ofensivos para las familias.
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Las relaciones entre las familias y las escuelas están muy dañadas y creo que uno de los motivos es la jornada escolar: la mayoría de los docentes quieren implantar la jornada continua por un interés personal y muchos de ellos se enfrentan a los padres contrarios a ella. En nuestro colegio, las promesas y los objetivos del proyecto que los maestros presentaron nunca se cumplieron, y ahora nadie se preocupa por intentar alcanzarlos, pero los docentes están satisfechos, han conseguido la jornada laboral continua.
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Muchas familias han perdido la confianza en los docentes, porque se han dado cuenta que algunos de ellos carecen de ética profesional y han sido capaces de manipularlos para conseguir una mejora personal sin tener en consideración a los alumnos.
Sería mejor que la jornada escolar fuese una decisión de las Comunidades o del Gobierno y que se implantase por igual en todas las escuelas públicas.
Un saludo.
Mail enviado por Marta D.
7 comentarios:
En nuestro centro las relaciones familia-escuela se deterioraron mucho con el intento de implantación de la jornada continua.
Muchos padres han perdido la confianza en el equipo directivo por la presión que ejerció sobre ellos durante el proceso, el hecho de que no dejaron expresarse a los padres contrarios a la jornada continua o porque nos pidieron indicar nuestro nombre en la papeleta de voto.
Ahora que he leído los comentarios del diario de Canarias, lo entiendo: la jornada continua es una reivindicación laboral y no tienen nada que ver con una mejora pedagógica.
Es cierto. Las familias y los docentes no tienen el mismo objetivo, por esto la jornada escolar divide la comunidad educativa.
Yo creo que lo que realmente divide a la comunidad educativa no es la jornada escolar en sí, sino la falta de profesionalidad de algunos docentes que anteponen sus intereses personales a las necesidades de los alumnos.
Estoy de acuerdo. La jornada escolar provoca enfrentamientos innecesarios. Sería mejor una regulación general.
El horario escolar debería decidirse desde un punto de vista exclusivamente educativo y pedagógico.
No todos los padres tienen una formación adecuada para valorar las ventajas e inconvenientes de cada horario escolar.
Creo que es necesario que la Administración en colaboración con especialistas, analice detenidamente el tema, determine cual es el mejor horario para los alumnos y lo regule por ley.
Esta medida evitaría muchos enfrentamientos y mejoraría la relación familia-escuela.
Si la jornada continua mejorara la educación de los alumnos, a las familias no les importaría el horario laboral de los docentes. Pero no es el caso. Los padres tienen la sensación que mientras el fracaso escolar no se detiene, lo que más preocupa a los docentes es tener que trabajar por la tarde. Por esto, cada vez que un centro propone implantar la jornada continua, se producen enfrentamientos en la comunidad educativa.
Creo que es un tremendo error que los padres sean los responsables de determinar el horario laboral de los docentes.
Es una de las causas de las malas relaciones entre las familias y las escuelas.
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