jueves, 30 de abril de 2009

Deberes en casa: disciplina y esfuerzo‏

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Buenos días,

Quisiera saber como tenemos que valorar la cantidad de deberes que les dan a nuestros niños.

Este año se "impuso" la jornada continua en el ultimo colegio que quedaba con jornada ordinaria de la ciudad. Digo se impuso porque habiendo vivido todo el desenlace, no puedo nada mas que tener un sentimiento de que se ha conseguido "porque no podía ser de otra forma, ya que todos los poderes políticos y educativos de la región tenían como objetivo la jornada continua para nuestro colegio. No voy a volver sobre el ambiente "bélico" que consiguieron crear los maestros a través de los padres tan bien expresado en los estudios realizados por el Sr.Rafael Feito.

En lo que vamos de año ya ha habido quejas de grupos de padres a los maestros por la cantidad de deberes que les daban a los niños. No deja de ser curioso que el maestro que los daba "tantos deberes" viene de colegios de jornada continua. Esto me hace pensar que puede existir una relación entre cantidad de deberes y jornada. Tuvimos una reunión con el profesorado y ésta dio sus frutos ya que los deberes desaparecieron.

Estoy muy preocupada porque yo, que estoy en contra de la jornada continua, al imponer esta jornada me tuve que replantear toda la organización educativa para mi hijo. Esto implica que por las tardes le llevo a una academia, de esta manera "puedo conciliar mi vida laboral con la educativa de mi hijo" y por otro lado asegurarme de que su primera experiencia con el estudio no sea tan ambigua.

Si los deberes que se hacían antes en casa se hacen en clase ¿no dejan de ser deberes y pertenecen al tema del día? ¿tengo que entender que ya no existen los deberes para hacer en casa? Si considero que la cantidad de deberes o el ritmo diario forman parte de la base esencial del estudio ¿qué tengo que hacer para que mi hijo tenga deberes para hacer en casa sin tener que llevarle a una academia para que llene el vacío que ha dejado el colegio?

Existe un interés incomprensible, salvo que se explique por el miedo a los exámenes o al propio fracaso, que tan constructivo para los niños en edad de aprender, de ciertos políticos no universitarios en mezclar todo. Entiendo que también las actividades de deporte, juegos y otros enseñan el esfuerzo y la disciplina pero como siento que se esta utilizando como si fuera una vía de escape no estoy de acuerdo de cómo se confunde todo.

Esta ambigüedad para exigir esta fomentando una educación mediocre en la que los padres que no estamos de acuerdo con lo que hay, tenemos que retirarnos de lo que consideramos de lo más importante para el futuro de nuestros hijos que es el sistema educativo de los colegios.

Mail enviado por A. G.

3 comentarios:

Juan dijo...

Nosotros también constatamos un aumento de los deberes con la jornada continua. Pero todo depende de los profes porque los alumnos de la otra clase tienen menos deberes que los de la clase de mi hija. Según el profesorado, una clase va más adelantada que la otra. Pero es cierto que en general tienen más trabajo para hacer en casa y el problema es que a menudo nos toca hacer de profe.

Anónimo dijo...

El ambiente "bélico" también se produjo en nuestra escuela. La jornada continua es una reinvindicación laboral del profesorado para trabajar sólo por la mañana como los demás funcionarios. Es legítima, pero los docentes no deberían enfrentarse a los padres que piensan que la jornada partida es mejor para la educación de sus hijos. No sé si con la jornada partida los niños tendrían menos deberes, pero el caso es que pasan mucho rato cada tarde para hacerlos. Como no tenemos tiempos para hacer de profesor (horario laboral) nuestros hijos van a una academia algunas tardes. Queriamos cambiarlos de escuela y matricularlos en un colegio concertada con horario partido en septiembre, pero no hay plazas...

Sofi dijo...

Desde que mi hija tiene la jornada continua, los deberes se han convertido en una carga excesiva. A veces los padres no sabemos ayudar a nuestros hijos y esto les perjudica. Hay cosas que los maestros deben explicar en clase, y no los padres en casas. Si no hay tiempo suficiente, lo siento, que alarguen las clases si es necesario, pero un maestro cuando consigue la jornada laboral continua no puede desentenderse de su trabajo. No todos los padres somos capaces de dar las explicaciones que necesitan los niños.